lunes, 27 de septiembre de 2010

PRONUNCIAMIENTO DE LOS DELEGADOS DE COMFIA-CC.OO. EN LA HUELGA GENERAL 29-SEPTIEMBRE


Desde las secciones sindicales de CC.OO. en Tragsatec, hemos venido informando a todos los compañeros sobre la repercusión de la reforma Laboral aprobada por el Gobierno y sus consecuencias en los derechos de los trabajadores/as. Ante la campaña que están llevando a cabo los medios de comunicación para desanimar a los trabajadores/as y argumentar que la huelga no servirá para nada y la afirmación del propio gobierno que asegura que la huelga no cambiará la política económica, nos volvemos a dirigir a vosotros para comunicaros que desde esta sección sindical de COMFIA-CC.OO. creemos que la convocatoria de huelga está completamente justificada en base a las razones que os indicamos y que os afectan directamente:

- Devaluación de la negociación colectiva.
Se fragilizan los pactos o acuerdos de empresa firmados con la representación de los trabajadores ya que la empresa podrá decidir su suspensión unilateral. Todo lo que no esté recogido en el Convenio colectivo, el empresario puede modificarlo unilateralmente. Solo será preciso una consulta a la representación pero sin necesidad de acuerdo. Esto afecta directamente a todos los acuerdos alcanzados en Tragsatec ya que supone que la empresa puede de manera dejar sin efecto: Acuerdo de Estabilidad de Empleo, Reconocimiento de antigüedad, Cheques Comida, Turno de Navidad, Días de libre disposición, disfrute de los todos los puentes del año, flexibilidad horaria… y todos los acuerdos alcanzados y que tanto esfuerzo ha supuesto durante todos los años de acción sindical en nuestra empresa.

- El despido será más fácil y barato.
Se facilita la justificación por causas objetivas. Estas causas pueden ser económicas, en las que no se precisa una situación de crisis real, esta puede ser simplemente prevista y causas técnicas, organizativas o productivas en las que basta con que se realicen reorganización de personal, cambios de equipo de trabajo, etc. Con la actual situación de recortes de presupuestos de la Administración Pública, Tragsatec puede acogerse a estos modelos para validar el despido objetivo, por tanto se configura como la opción más fácil y barata para la Dirección de la empresa ante cualquier cambio que suponga una posible mejora de su gestión, quedando a merced de la subjetividad de la empresa. El despido no supondrá tanto coste porque el FOGASA que pagamos todos los trabajadores/as, abonará 8 días en todos los despidos objetivos, aunque no estén acreditados ni justificados. Con el cómputo de 20 días por año que percibirá el trabajador despedido, la empresa sólo pagaría 12 días, quedando este fondo como un acceso general a Recursos Públicos que pagaremos todos para financiar los despidos.

- Flexibilidad de las condiciones sustanciales
Se flexibiliza la disposición por la empresa, pudiendo modificar condiciones en los derechos laborales de los trabajadores, solo justificando perspectivas económicas no favorables o que la situación afecte a las posibilidades de manteniendo de Empleo como:
o la reducción de jornada en la que la empresa podrá hacer una reducción temporal condicionada a su situación económica. La jornada puede reducirse entre un 10% y un 70%
o El descuelgue salarial en el que será posible un acuerdo de empresa para reducir los salarios del convenio de Ingenierías, que ya están bastante bajos.

- Fomento de la temporalidad
Se tiende a desproteger la contratación indefinida y se mantiene la temporal, entrando en juego la opción de la ETT para conseguir una contratación de fácil disolución en las que las condiciones se flexibilizan casi totalmente. Se crean los contratos de fomento para desempleados en situación aún más precaria a los que nuestra empresa tendrá acceso. En definitiva no va a servir para crear empleo en Tragsatec sino para dar más facilidades de despido a la empresa.

Los miembros de esta Sección sindical que formamos parte de los órganos de representación estatal (ORET) y delegados de COMFIA-CC.OO. repartidos por todo el territorio, secundaremos la huelga general en contra de estas medidas del gobierno porque creemos que la huelga es un derecho de los trabajadores y trabajadoras y su ejercicio ha sido siempre muy eficaz, porque hay que decir “basta ya” a la continuada pérdida de derechos laborales y sociales para no llegar a una situación insostenible en las empresas.

Cualquier trabajador que piense que estas medidas no le van a afectar podrá comprobar en un plazo muy breve como Tragsatec y el resto de empresas del sector de Ingenierías van adoptando estas medidas en materia de despidos, cambios de condiciones laborales o no cumpliendo los acuerdos que tenemos vigentes, por lo que se verán seriamente mermadas la condiciones de defensa legal que podamos ofrecer desde COMFIA-CC.OO. frente a este tipo de situaciones.

Para cualquier aclaración sobre las razones que os hemos expuesto o si tenéis algún tipo de duda sobre como os afecta en vuestra relación laboral con la empresa, estamos a vuestra disposición a través de las cuentas de correos de la Sección Sindicales de CCOO o a los delegados sindicales de CCOO más cercanos.

Por tanto os pedimos todo el apoyo en esta huelga porque la convocan los sindicatos que nos representan en las empresas y porque es el último recurso que tenemos los trabajadores para evitar que nos quiten nuestros derechos.


Porque ahora es más necesario que nunca.


lunes, 6 de septiembre de 2010

Motivos para la huelga general

Artículo publicado por Vicenç Navarro en el diario PÚBLICO, 2 de septiembre de 2010

Este artículo muestra el impacto negativo que ha tenido en la calidad de vida de las clases populares la aplicación de las políticas neoliberales promovidas por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo y llevadas a cabo por el gobierno español. El artículo concluye apoyando la llamada de los sindicatos españoles y europeos a protestar el desarrollo de tales políticas.

Es importante que se entienda y se conozca qué ha estado ocurriendo en la Unión Europea durante estos últimos años (y no me refiero sólo a lo que ha pasado desde el inicio de la crisis en 2007). La participación de las rentas del trabajo como porcentaje de la renta nacional en el promedio de los países de la UE-15 ha ido descendiendo desde principios del establecimiento de la Unión hasta hoy, bajando del 69% al 56%. Este descenso ha sido mucho más acentuado en la zona euro, y todavía mayor en España. Ello ha ido acompañado de un aumento del desempleo en el promedio de la UE-15 (interrumpido provisionalmente en España por la burbuja inmobiliaria hasta que estalló) y de un deterioro de las condiciones de trabajo. El porcentaje de trabajadores que declara trabajar en condiciones estresantes en el promedio de la UE-15 ha pasado del 32% de la población empleada a un 54% en 2008. En España ha sido incluso mayor. Una consecuencia de ello es que las enfermedades laborales por estrés han aumentado.


Por si esto no fuera suficiente, la protección social se ha ido deteriorando. La tasa de crecimiento del gasto público social (que cubre los gastos públicos en las transferencias y servicios del Estado del bienestar) ha ido descendiendo en el promedio de la UE-15 desde principios de la década de los noventa (habiéndose interrumpido este descenso entre 2004 y 2008 en España durante la alianza –informal– del PSOE con IU-ICV, ERC y BNG). Ha vuelto a descender a partir de entonces, y España ha permanecido en la cola de la Europa social, siendo el país de la UE-15 con el gasto público social por habitante más bajo. Además de este descenso hemos visto una disminución de los derechos laborales en la mayoría de los países de la UE-15.


Mientras la clase trabajadora y grandes sectores de las clases medias veían disminuir su capacidad adquisitiva (la mayor causa del enorme endeudamiento de las familias), hemos visto un enorme incremento de los beneficios empresariales. Estos aumentaron un 38% en la media de la UE-15 y un 42,3% en la zona euro durante el periodo 1999-2008, mientras que los costes laborales aumentaron sólo un 17%. En España, este contraste entre la austeridad impuesta a las clases populares y la bonanza y exuberancia de los beneficios empresariales fue incluso más acentuado. Durante el mismo periodo, las mayores empresas españolas vieron aumentar sus beneficios netos un 73% (casi el doble de la media de la UE-15), mientras que los costes laborales aumentaron durante el mismo periodo un 3,7% (casi cinco veces menos que en la UE-15). Dentro de estas empresas, las que alcanzaron elevadísimos niveles de beneficios fueron las financieras, que basaron su riqueza en el enorme endeudamiento de las familias europeas y españolas y en actividades altamente especulativas, incluyendo las inversiones inmobiliarias, que se convirtieron en el motor del crecimiento económico en varios países, incluyendo España. La banca española, bajo la pésima supervisión del Banco de España, tiene una enorme responsabilidad en el desarrollo del complejo bancario-inmobiliario-constructor y su burbuja, que al explotar ha creado el enorme problema económico, además de dificultar enormemente la accesibilidad al crédito por parte de la ciudadanía y de la mediana y pequeña empresa. Es una enorme incoherencia (para ponerlo de una manera amable) que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que junto con anteriores gobernadores es el responsable de una de las mayores causas de la crisis en España, esté ahora liderando el movimiento neoliberal, y responsabilice a los sindicatos por el elevado desempleo causado, según él, por una supuesta rigidez de los mercados laborales.


A nivel europeo, los hechos presentados en los párrafos anteriores se deben, no a los mercados financieros, sino al desarrollo de las políticas neoliberales, promovidas por las mayores instituciones de la UE, y muy en especial por el Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo, controlado este último por las derechas (cristiano-demócratas y liberales). Estas instituciones han estado imbuidas del pensamiento neoliberal, al cual se han adaptado gran parte de los partidos socialdemócratas gobernantes que han abandonado elementos claves de la tradición socialdemócrata para convertirse en partidos socioliberales. Estas políticas han consistido en la desregulación de los mercados laborales, la reducción de la protección social, la reducción de los impuestos, el aumento de su regresividad (responsable, en parte, de que las desigualdades sociales en la UE-15 hayan alcanzado el mayor nivel conocido en los últimos 20 años), las privatizaciones de los servicios del Estado del bienestar, y la reducción de los beneficios laborales y sociales. La reducción de impuestos, por cierto, determinó el crecimiento de la deuda pública en todos estos países.


Todas estas políticas han respondido al enorme poder de clase, es decir, del capital (mundo empresarial y financiero y rentas superiores), que está aprovechando ahora la crisis creada por ellos para conseguir lo que ha estado deseando todos los años: debilitar todavía más al mundo del trabajo al cual pertenecen las clases populares. De ahí que sea fundamental que exista una protesta masiva el día 29 de septiembre, a nivel europeo y a nivel español, para iniciar un proceso de reversión de tales políticas, no tanto por un cambio político en el que ganen las derechas (PP en España y CiU en Catalunya) que empeoraría todavía más la situación, sino por un cambio muy sustancial en las izquierdas, y muy en especial de las gobernantes, que no ocurrirá a no ser que haya una protesta generalizada en contra de aquellas políticas. Así ocurrió, por cierto, en las últimas huelgas generales, y así debiera ocurrir ahora.